http://bit.ly/KDZLGf Seguro de vida: una carta de amor ~ Alfaro Consultores Patrimoniales

20 de febrero de 2015

Seguro de vida: una carta de amor

Cuando amas a alguien, son las pequeñas cosas que marcan la diferencia como abrir la puerta de un coche, acomodar una silla, secarse las lágrimas o pasar tiempo escuchando hablar sobre su día. También se trata de proteger y cuidar a tu pareja o tu familia, incluso cuando no estés cerca. Asegurarse de que los niños tengan sus abrigos en las mañanas, aunque digan que no hace frío; poner una cena nutritiva sobre la mesa, incluso cuando se la coman tan rápido que nadie sabe lo que es; y proveer una seguridad financiera, incluso si nunca has utilizado tu talón de cheques.

Amar a alguien es mantener los mejores intereses de tu ser querido en mente, incluso si son demasiado jóvenes para saber lo que eso significa.

Un seguro de vida proporciona la seguridad financiera para tus seres queridos en aquellos momentos que más lo necesitan. Están frágiles y aturdidos por el vacío que tu fallecimiento les ha causado en sus vidas. Lo último que necesitan es preocuparse por los acreedores.

Tu carta de amor definitiva

Con suerte, te pasas la vida diciendo y mostrando a tu familia que los amas en un millón de distintas maneras. Eso no debería detenerse cuando tú fallezcas. El seguro de vida es tu última carta de amor para tus seres queridos.

¿Recuerdas los fuegos artificiales y las mariposas que sentiste cuando conociste a tu pareja? ¿Recuerdas cómo te preocupaste por conocer sus intereses, a veces poniéndolos por encima de los tuyos? Tú podrías mover montañas por esta persona.

Si todos tuviéramos un ángel, como el que George Bailey hizo en la película “Es una vida maravillosa”, que nos mostró como serían las cosas para nuestra familia y amigos si no estuviéramos para ellos. No podemos saber del dolor que tendrían que soportar cuando nos hayamos ido y, francamente, no quisiéramos pensar en ello. Pero nos obligamos, por amor a ellos, a imaginarlo desde un punto de vista financiero. Tratamos de imaginar sus necesidades y anticipar cómo podemos ayudarlos sin estar presentes. Definimos nuestros roles en la familia como esto:

· Mi familia depende de mis ingresos para los gastos del día a día.
· Me ocupo de las necesidades de todos. Yo no cobro un salario, per se, pero alguien tendría que hacerlo si yo no estuviera allí. Mi esposo (a) no podría hacerlo todo.
· Mis hijos van a ir a la universidad. Dichos gastos deben ser abordados.
· Mi esposo (a) estará devastado (a). No hay manera de que vaya a hacer capaz de trabajar de forma inmediata.
· Mi familia no tiene el dinero para cubrir mis gastos finales o para cubrir los impuestos sobre mi propiedad.

Cubrir las necesidades financieras de tu familia es una de las pocas cosas que puedes controlar cuando se trate de una muerte prematura. Es su tranquilidad y una manera para que tu familia sepa que los amaste lo suficiente para salvaguardar su futuro.

La compra de un seguro de vida es como enviar una nota de amor desde el más allá, como un último regalo a nuestros seres queridos diciendo: "Yo daría cualquier cosa en este mundo para estar con ustedes, pero ya que no puedo, hare lo que sí puedo hacer y eso es asegurarme de que tengan una seguridad financiera".

No sabemos cómo terminará esta historia de amor, pero cubrir las necesidades de nuestra familia será un recordatorio de nuestro amor hacia ellos mucho después de que nos hayamos ido. En este escenario, los seguros de vida se transforman en seguros amor.


Fuente: Liran Hirschkorn I www.lifehappens.org
               http://bit.ly/1vmpSZz

 


1 comentarios :

Siempre he dicho que un seguro de vida proporciona la seguridad financiera para en aquellos momentos que más lo necesitan. Como también es importare conoce el tema de seguro de hogar para segunda residencia, me sirvio de mucha ayuda.

Publicar un comentario