Se llama “Seguro de Vida”, pero fácilmente podría ser etiquetado como “Seguro de Amor”. Comprar un seguro de vida es en realidad una expresión de amor. Permite a tus seres queridos saber lo importante que son para ti, que has hecho planes para proveer para su bienestar, incluso después de que te hayas ido.
Así que si la protección de tus seres queridos es importante para ti, por favor, dedica unos minutos a revisar la siguiente información. En ella se explica quién necesita un seguro de vida.
¿Quién lo necesita?
Si alguien va a sufrir financieramente cuando tú mueras, lo más probable es que tú necesitas un seguro de vida. El seguro de vida proporciona dinero a tu familia después de tu muerte. Este dinero ( conocido como el beneficio por fallecimiento ) sustituye a tu ingreso y puede ayudar a tu familia a satisfacer muchas necesidades financieras importantes, como los gastos funerarios, gastos de vida diaria o el pago de la universidad de tus hijos. Lo que es más importante, no hay Impuesto sobre la Renta ( ISR ) sobre las prestaciones de un seguro de vida.
La mayoría de las personas necesitan un seguro de vida. Para averiguar si tú necesitas un seguro de vida, es necesario pensar en el peor de los casos. Si murieras mañana, ¿Cómo quedarían tus seres queridos financieramente?
¿Tendrían el dinero para pagar tus gastos finales ( por ejemplo, gastos funerarios, gastos médicos, impuestos, deudas, honorarios de abogados, etc)? ¿Serían capaces de afrontar los gastos corrientes de vida, como el alquiler o la hipoteca de tu casa, comida, ropa, gastos de transporte, salud, etc? ¿Qué hay sobre tus metas financieras a futuro? Sin tu contribución al hogar, tu cónyuge sobreviviente sería capaz de ahorrar el dinero suficiente para poner a tus hijos en la universidad o retirarse cómodamente?
La verdad es que siempre es una lucha cuando se pierde a un ser querido. Pero tus problemas emocionales no tienen porque que verse agravados por dificultades financieras. El seguro de vida te garantiza que las personas que te importan tengan los medios económicos, incluso si tú ya no estás allí para cuidar de ellos.
Estas casado
Cuando tú estás casado, compartes todo con su pareja, incluyendo tus obligaciones financieras. Muchas personas creen erróneamente que no es necesario pensar en un seguro de vida hasta que tengan hijos. No es cierto. ¿Qué pasaría si uno de ustedes falleciera mañana? Incluso con los ingresos del cónyuge superviviente, ¿Podría el cónyuge ser capaz de pagar las deudas, como saldos en las tarjetas de crédito y préstamos para automóviles, y mucho menos poder cubrir el alquiler mensual o hipoteca y los gastos de operación de la casa? Si has planeando tener hijos, tendrás que comprar un seguro de vida de inmediato y no esperar hasta que la madre-a-ser este embarazada. Algunas compañías no emiten una póliza a una mujer durante su embarazo. Dado que las complicaciones de salud a veces surgen, van a querer esperar hasta después de que nazca el bebé para emitir la póliza. Comprar un seguro antes de que un bebé está en camino ayuda a evitar este posible problema.
Estás casado y con hijos
La mayoría de las familias dependen de dos ingresos para cubrir los gastos de la casa. Si fallecieras repentinamente, ¿Tu familia podría mantener su nivel de vida con solo el ingreso de tu cónyuge? Probablemente no. El seguro de vida se asegura de que sus planes para el futuro no se mueran cuando tú lo hagas.
Eres papá/mamá soltero(a)
Como padre soltero, tú eres el médico, cabeza de familia, cocinero, chofer, y mucho más. Sin embargo, casi cuatro de cada diez familias monoparentales no tienen seguro de vida en absoluto, y muchos de ellos con menos cobertura de la que dicen que necesitan. Con tanta responsabilidad que descansa sobre tus hombros, lo que necesitas es estar doblemente seguro de que tienes un seguro de vida suficiente para garantizar el futuro financiero de tus hijos.
Eres un padre que se queda en el Hogar
El hecho de que no ganes un salario no significa que tú no haces una contribución financiera a tu familia. Las actividades de cuidado de niños, transporte, limpieza, cocina y otros enseres domésticos son todas las tareas importantes, y su valor de reemplazo a menudo es subestimado gravemente. ¿Podría tu cónyuge permitirse el lujo de pagar a alguien por estos servicios? Con un seguro de vida, tu familia podría darse el lujo de tomar la decisión que mejor conserve su calidad de vida.
Han crecido tus niños
Al paso de los años, tú puedes sentir que la necesidad de un seguro de vida ha pasado. Pero sólo porque tus hijos están en la universidad y la hipoteca se ha pagado no significa necesariamente que tus Prestaciones Sociales ( en caso de tenerlas ) y tus ahorros se harán cargo de todo lo que queda por delante. Si tú fallecieras hoy, tu cónyuge aún tendría que enfrentarse con los gastos de la vida diaria. ¿Qué pasaría si tu cónyuge te sobrevive unos 10 o incluso 30 años, que sin duda es posible hoy en día? ¿Tu plan financiero, sin un seguro de vida, permitiría a tu cónyuge mantener el mismo estilo de vida el cual trabajaron tan duro para lograrlo?
Estás jubilado
La necesidad de un seguro de vida puede persistir mucho más tiempo de lo que crees. De hecho, hay muchas razones por las que tú podrías querer estar bien asegurado en tus años de jubilación y tal vez incluso para toda tu vida. Por ejemplo, algunos jubilados todavía tienen dependientes económicos, tales como hijos adultos con discapacidad. Muchos jubilados todavía tienen obligaciones financieras, tales como la hipoteca de una casa, que podrían convertirse en una carga de los familiares sobrevivientes cuando mueran. El seguro de vida también puede ayudar a asegurar que tu patrimonio sea traspasado, intacto, a tus sobrevivientes. El beneficio por fallecimiento de una póliza puede ayudar a pagar los impuestos de bienes y otros gastos finales cuando tú mueras. Por último, el seguro de vida puede ayudarte a dejar un legado para tus hijos y nietos, incluso si utilizas la mayor parte de tus activos durante tu vida.
Eres un pequeño empresario
Además de cuidar a tu familia, el seguro de vida también puede proteger tu negocio. ¿Qué pasaría con tu negocio si tú, uno de tus socios, o tal vez un empleado clave, muriera mañana? El seguro de vida puede ayudar de muchas maneras. Por ejemplo, un seguro de vida puede ser estructurado para financiar un acuerdo de "compra-venta". Esto garantizaría que los socios restantes del negocio tendrían los fondos para comprar la parte de la empresa de un titular fallecido a un precio acordado con anterioridad. De esta manera, los socios consiguen el negocio y la familia recibe el dinero. Para proteger un negocio en el caso de la muerte de un empleado clave, el "seguro de hombre clave", que se paga a la empresa, proporciona a los propietarios la flexibilidad financiera necesaria para contratar a un reemplazo o llegar a un arreglo alternativo.
Eres soltero(a)
La mayoría de las personas solteras no necesitan un seguro de vida porque nadie depende de ellos económicamente. Pero hay sus excepciones. Por ejemplo, algunas personas solteras que proporcionan apoyo financiero a sus padres ancianos o hermanos. Otros quizás tengan deudas importantes que no quisieran traspasar a sus familiares que les sobreviven. La asegurabilidad es otra razón para considerar un seguro de vida cuando estás solo. Si tú eres joven, con buena salud y tienes un historial familiar con buena salud, tu asegurabilidad está en su apogeo y serás recompensado con las mejores tarifas de un seguro de vida. Si tú anticipas la necesidad de un seguro de vida en un futuro ( por ejemplo, piensas casarte ) y puede contemplar el pago de las primas en tu presupuesto, quizás sería conveniente “amarrar” la cobertura, mientras eres joven y soltero. Si lo haces, esto podría eliminar la preocupación de tener que calificar para un seguro cuando seas mayor y tal vez no tan saludable como quizás algún día fuiste.
Como podrás ver, independientemente de la etapa de tu vida en la que te encuentres, tener un seguro de vida es el mejor regalo que le puedes dejar a tus seres queridos. No dejes que tu familia vea truncados los proyectos de vida que tienen planeados o que cambie su estilo de vida, por el hecho de que tú ya no estés para cuidar de ellos.
“Si piensas que la vida es difícil con el ingreso que tienes ahora, ¿Cuánto más difícil crees que será para tu familia sin ti?
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