Ver que
tu hija de sus primeros pasos. Reunirse en el sofá con un tazón de palomitas de
maíz para disfrutar de una noche de película en familia. Recibir un abrazo de
oso después de un largo día en el trabajo. Recibir las llaves de tu primera
casa. Ver a tu hijo caminar en escenario para recibir su diploma. Maravillosos
momentos como estos, tanto pequeños como grandes, forman el mosaico de nuestra
vida.
Como
padres, queremos que nuestros seres queridos tengan una vida llena de
felicidad, confort y de oportunidad. Y nos gustaría hacer casi cualquier cosa
para que esto suceda. Hemos reorganizado nuestros horarios para nunca más perdernos
los eventos deportivos de nuestros hijos. Ponemos tiempo extra en el trabajo
para ahorrar para esas vacaciones especiales en familia. Nos apresuramos al
salir de la oficina para asegurarnos de que lleguemos a casa a tiempo para la
cena con nuestros seres queridos.
Pero,
¿Qué pasaría si murieras mañana y no estuvieras para mantener a tu familia? Si tu
cónyuge sobreviviente tuviese que trabajar dos o tres empleos para compensar la
pérdida del ingreso, ¿Habría todavía suficiente tiempo o dinero para mantener la
calidad de vida de tu familia? ¿O la vida se convertiría en una lucha por
sobrevivir para tus seres queridos, dejando poco tiempo para saborear esos
momentos especiales que ofrece la vida?
El
seguro de vida no puede regresar la vida de tu familia a como era antes, pero
puede mantenerlos en el mundo que siempre han conocido. Al tener la adecuada cantidad
de seguro de vida, tú puedes estar tranquilo sabiendo que tus seres queridos
tendrán la clase de vida siempre esperabas que tendrían, incluso si tú no estás
para presenciarlo.
Vivir la vida como Marcos
hubiera querido
Marcos era un pasajero en un coche que fue chocado por un
conductor que se pasó el semáforo. Murió a menos de una semana después de
celebrar su primer aniversario de bodas con su esposa, Melissa, y sólo 19 días
antes del nacimiento de su hija, Madison.
Marcos nunca consiguió ver a su hija montar un caballo por
primera vez, o vestirse como una princesa en su cumpleaños cuatro. Pero gracias
a una planificación inteligente de su seguro de vida, Marcos se aseguró que
estos y muchos más momentos maravillosos siempre serán posibles.
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